domingo, 6 de noviembre de 2016

Resultaba claro que se podía analizar la situación desde diferentes puntos de vista

Iba caminando rápido, volvería a llegar tarde a el trabajo. Como de costumbre me paré en la cafetería, la que tiene un arco marrón antiguo, como ya llegaba tarde me tomé mi tiempo.
Salí de ahí con un mocha?? y un bocadillo de jamón serrano, el cual me comería más tarde.
Empezcé a caminar rápido, díla vuelta a la esquina, y me encontré con un vagabundo, tirado en el suelo sin camiseta ni calcetines, lo único que llevaba puesto eran unos pantalones completamente rotos, y un collar. Me acerqué un poco y víla manera de la en que se agarraba al collar, como si fuera lo más importante para él en este mundo.
Me estaba planteando ayudarle al pobre señor, pero no sabia qué hacer, o cómo respondería él a mi amabilidad. Resultaba claro que se podía analizar la situación desde diferentes puntos de vista.
Podría darle mi comida y seguir adelenate adelante, podría comprarle ropa o darle dinero. Habían tantas cosas que podría hacer para alegrarle al señor su día, pero me di cuenta de que no quería solamente hacer eso, no quería alegrarle el día sino arreglarle la vida.

Miré mi reloj, ya llegaba una hora tarde al trabajo, así que decidí ir al trabajo y luego volvería a esta esquina a ayudarle al señor. Dí un sorbo al café y empezcé a andar rápido.
Llegué al trabajo, fuée el día mas aburrido, lo único en lo que podía pensar era en el pobre señor. 
Por fin llegóaron las siete de la tarde, empezcé a recoger mi mesa, cogí mi abrigo y mi bolso, y salí pitando de ahí.
Fuíi corriendo hacia la esquina de la cafetería, me sentía alegre, de que iba a cambiar la vida de otra persona. Al correr sentía el viento fresco de Londres en mi cara, hacía que mi pelo volara detrás de mi. Empezaron a caer gotas de agua, típico de Londres.
Llegue a la esquina y empezcé a recuperar energía, miré hacia la izquierda, la derecha,detrás mío, no lo veía.
No quedaban ninguna de sus pertenencias.
A este punto llovía tan fuerte que se me hacía difícil de ver, no podía ser.
Desde ese día siempre digo, no hay pretexto: si puedes hacerlo, hazlo, y si no al menos inténtalo.

1 comentario:

  1. Cometes con frecuencia los mismos errores ortográficos: acentúas monosílabos como "fue", "fui", pero no lo haces con pronombres interrogativos. Revisa la ortografía del texto.
    La historia que relatas tiene poca fuerza porque se queda en un deseo no realizado y deja la situación desdibujada.

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