domingo, 6 de noviembre de 2016

Me llamo Elena y soy una anti-amor

Me llamo Elena y soy una anti-amor por diferentes cuestiones que más tarde podréis notar (mejor "conocer" o "entender"). Soy una mujer como otra cualquier(quisiera)a, dentro de lo que cabe. Estoy divorciada y tengo dos hijos, lo que (*) no suena extraño en la sociedad actual. Lo que (*)  me lleva a escribir esta especie de guía para el amor o mi historial en el amor es el hecho de que este es un tema muy amplio y resulta claro que se puede analizar la situación desde diferentes puntos de vista, por no decir desde cientos o miles según los distintos tipos de experiencia y la persona a la que le haya tocado vivirlo. Por eso creo que la aportación de mis consejos pueden ser útiles para aquellos que están empezando a experimentar en este campo. Tengo un primer consejo para todos vosotros , andaros con cuidado que es un campo de rosas y como todos sabemos las rosas tienen espinas (demasiado tópico) y puede llegar a doler mucho clavarte una así que imagínate clavártelas todas. Todo empieza cuando conocí a mi actual exmarido , que para que quede claro no era mi primer novio , lo que quiere decir que ya había sufrido varias veces por amor. Bueno , volviendo al tema mi exmarido se llama Tadeo y al principio teníamos una relación muy especial y, por qué no, muy apasionante (¿o apasionada?) también. Lo gracioso de todo esto fue cuando nos casamos y comenzaron los viajes de negocios, que cada vez se repetían con más frecuencia y todos sabemos lo que pasa en estos (¿qué pasa?) por lo que el siguiente consejo es: no os fieis de los hombres, sí, así sin más, no os fiéis porque seguramente creen que por ser mujer eres más blanda y necesitas el amor y bla bla bla , tonterías. Así(*) que un día le dije que nuestra relación estaba cayendo en picado estrepitosamente (¿con mucho ruido?) así (*) que para fortalecerla o por lo menos para creer que hacíamos algo por esta, decidimos tener hijos. Ese es uno (otro) de los errores más importantes que cometimos no porque no quiera (quisiera) a mis hijos sino porque ( aquí viene otro consejo) si la relación está muerta es porque ya no existe lo fundamental para que haya amor entre dos personas que es respeto mutuo y pasión, por lo tanto un niño no va a hacer que resurja de las cenizas el amor ni que el vínculo de estos (¿de quienes?) sea más fuerte y el resto ya lo sabéis por el principio, pero lo mejor de todo es que tengo un final increíble : divorciada y feliz.

1 comentario:

  1. Es más larga que la de los tatuajes pero el tema de la "feliz divorciada" está tratado de manera muy superficial y tópica.

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