Mi gran querido amor:
Llevo horas pensando qué escribirte. Llevo horas
pensando como decirte todo lo que no fui capaz de decirte a su debido
tiempo. Todas esas palabras que pudieron
haber dicho mi boca, y todas esas que no dijo.
Espero que a estas alturas sepas a que palabras me
refiero. Me refiero a esas palabras que no paraban de rondar por mi cabeza. Ese
fue el fallo. Solo por mi cabeza.
Dejando de lado los fallos, me gustaría poder, o
intentar, arreglarlo todo. Espero también, que esta carta te haya ayudado a
entender como me siento. Como me hiciste sentir tu.
Un abrazo, y todas las palabras que nunca me
atreveré a decirte.