lunes, 15 de diciembre de 2014

Stanley C Gutierrez                                       Día Amarillo                                          4 ESO B


La  mañana fría.  Típica del sitio.  No se veía ninguna luz. El silencio de las calles te daba miedo. Las casas destruidas por el bombardeo de anoche.  Cristales rotos por el suelo que hacían un "crac" cuando los pisabas.  Todos sentimos tristeza cuando lo vimos.  Nuestro país, otra vez en guerra.  Era la segunda Guerra Civil de España.

El sargento apuntó con la mano al sitio al que quería que fuéramos.  Tres de nosotros fuimos.  Yo en el medio,  Estábamos seguros de que había soldados comunistas escondidos entre los escombros esperándonos como el gato al ratón, y que solo atacan cuando es el momento adecuado.

No teníamos mucha munición y solo unas cuantas granadas entre todos.  Veíamos la bandera de Los Rebeldes, la nuestra, media rota.  Nos enfurecimos tanto  que podíamos matar hasta cien hombres. Vimos que alguien se estaba escondiendo detrás de una pared casi derrumbada.  Yo inmediatamente disparé y él cayó como una mosca.  De repente salen de sus escondites y nos disparan.  Tuvimos suficiente tiempo para ponernos a cubierto.

Tiramos unas cuantas granadas a un edificio y se derrumbó matando a varios enemigos.  Mataron a varios de nosotros hasta que mi compañero tiró la última granada.  Mataron a los dos que estaban a mi lado,  Venían a por mi.  Decidí abandonar al ejército para salvar mi vida. Hasta ese punto, no sabía cuánto afectaría mi vida.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Hace 7 años que vivo en Londres, vivo con mi familia. Soy una persona a la que no le gustan los cambios. Me dan miedo, pienso que lo voy a pasar fatal, pero siempre hay que probar las nuevas experiencias. Antes vivía en España, allí tenía mi familia, mis amigos, mi escuela, mi hogar. Allí me sentía cómoda y muy apreciada. Solamente había un problema, que no veía casi nada a mi madre. Ella trabajaba todos los días incluido fines de semana hasta las 11. Siempre estaba con mi padre y mis abuelos. A veces tenían que hacerse cargo de nosotros y venir a buscarnos al cole.

Hace 9 años una mañana del lunes alrededor de las 12, pensaréis  que ya hace mucho, pero para mí es como si fuese ayer, estábamos viendo la tele y llamaron a la puerta. Eran mis padres, nos tenían que dar una noticia. No valía la pena saberlo Fue muy duro saberlo, a mi padre le habían detectado un cáncer de colon. Aunque era muy pequeña, bueno 6 o 7 años, pasaba tanto tiempo con mi padre, que para mí, fue supuso una gran tristeza.

Mis padres en ese momento necesitaban mucha ayuda, pero para eso estaban los amigos y sobre todo, la familia. Muchas veces los amigos nos llevaban al cine y a su casa a jugar y a pasar un buen rato, mientras a mi padre le trataban la enfermedad. Éramos 4 hermanos, siempre nos apoyábamos unos a otros, y nos cuidábamos mutuamente.

Entonces no comprendí hasta que punto aquello afectaría a mi vida y a mi visión del mundo. Mi padre era muy importante para mí además en esos años siempre pasábamos el tiempo juntos. No podía aceptar ese cambio, me  parecía que mi padre había desaparecido de mi vida.


Después de unos años cuando mi padre se estaba recuperando, mi madre decidió venir a vivir a Londres. Todos muy asustados pero vinimos para aprender el idioma. No ha sido muy difícil adaptarse a la ciudad ya que veníamos solíamos a visitarla a menudo. Gracias a mis padres soy feliz de cómo y dónde vivo.



Por Carla Pérez Escamilla

jueves, 11 de diciembre de 2014

e sienEntonces no comprendí hasta qué punto aquellos afectaría a mi vida y a mi visión del mundo dijo mi amigo.                                                                                                                                         “(Bang) ¿Por-qu me das un puñetazo? me pregunta.                                                                                                                                   “En Inglaterra tenemos un dicho ‘talk like twatget punched like a twat’, ¿entiendes?”                           “Eso no tiene mucho sentido”                                                                                                                                                                                               “(Bang) "Tío cállate si no te meto más hostias” Entonces mi amigo se calla y se sienta en el sofá viendo la tele con la cara de que me quería matar. Yo intente explicarle que así es el sistema, todavía no lo comprende y me pregunta, ¿Por qué se hace?, yo le respondí.”Por los monos” él todavía confundido y me pregunta qué tienen que ver los monos con nuestra situación. Entonces yo le expliqué.                                                                                                                                                 Un experimentadoinvestigador  mete a cinco monos en una aula, en la parte superior hay unos plátanos a los que no podían llegar los monos y debajo de los plátanos hay una escalera. Inmediatamente lo ven los monos y uno sube la escalera. Cuando está subiendo el experimentador investigador echa agua fría por todo la  el aula, mojando a todos. Los sienta en el suelo por un tiempo y la tentacion era demasiado grande y otro mono se sube, se repite el agua. Cuando el tercer mono sube el resto le baja y le empieza a pegar. Un mono se quita del aula y se reemplaza con otro mono. Cuando intenta subir el nuevo mono le pega al resto de los monos, sin saber lo que va a pasar. Cuando se reemplaza el segundo mono e intenta subir la escalera y los monos le pegan, incluyendo el nuevo mono. Al final del experimento ninguno de los monos originales se quedaba. A pesar de que ninguno de los monos se mojaron de había mojado con el agua fría, aprendieron que nunca había que ir por los plátanos.                                                                                                                              “Ahora lo entiendo” dijo mi amigo                                                                                                             “Pues claro, te lo acabo de explicar”                                                                                                                    “Ya me aburro, ¿Qué hacemos?”                                                                                                  “¿PlayStation?”                                                                                                                                                    “Claro”                                                                                                                                               Empezamos a jugar el  la PlayStation, lencendemos y jugamos con doble pantalla, fuimos en la lista del menú y elegimos dominación. Yo claramente soy mejor que mi amigo osea que voy solo matando a los enemigos para mi equipo. Mi amigo reaparece cada vez que muere y está usando el sniper, intentando mejorar, pero yo pienso que no le pega. Yo estoy allí tranquilamente sacando bloodthirsties y headshots mientras mi amigo muere sin mates. Me siento mal por él y le ayudo un poco, disparando y destruyendo los enemigos, todavía no les mata, le recomiendo usar otra pistola. Como el L-SAT o una pistola que le conviene. Empieza a jugar más o menos bien osea que le dejo en paz y aumento mi ratio de mates y muertes. Al final de partido ganamos 200-144, gracias a mí, mi amigo murió 43 veces con 11 mates, yo claramente con 54 mates y 12 muertes. No quiero más PlayStation osea que la apagamos y salimos afuera. Hacía frío y entramos a casa otra vez.                                                                                        Fue un día muy productivo, aumentó mi experiencia de PlayStation mi amigo sabe más de los monos.
Hecho por Vaughn Sutton-Cleaver
El Fantasma Vengativo
Mi nombre es Max soy o era, más bien dicho un hombre de grandes negocios. Era el mejor en ese ámbito, era el más rico, el más conocido, hasta que un día me desperté y me di cuenta de que la gente, ni siquiera me miraba, bueno, a eso no  le di mucha importancia. Lo que sí que me dejo alucinado fue llegar al trabajo como hacia todos los días y darme cuenta de que nadie me miraba, o ni siquiera me saludaran. Yo fui a preguntarle a mi secretario, qué había pasado, pero ni caso.
Ese día estuve todo el día dándole vuelta a lo que me podría haber pasado, hasta que me di cuenta de que podría estar muerto, pero no podía ser, no me sentía muerto.
Fui a comprobarlo a las tumbas donde siempre dije que quería ser enterrado y entonces no comprendí hasta que punto, aquello afectaría a mi vida y mi visión del mundo.
No me lo podía creer,- ¿de verdad estaba muerto?-Me pregunté. Y vi a toda mi familia poniendo flores sobre mi ataúd.
Al principio A medida que fue pasando el tiempo y descubrí el de  nombre de mi asesino y su dirección, decidí que iría a por él, para tomar venganza vengarme y decidir considerar después si iría al cielo o al infierno.

Hecho por Diogo Nogal