domingo, 26 de abril de 2015

Nihilistic and pesimist. Beware


 
Nihilismo. Pablo Nicholas Power 4esoA

Gente que camina por esta calleperdida en su propio mundo.
Solo importándose así mismas :y el consumo
de las monstruosidades creadas para satisfacer sus vidas vastas
pero deprivadas de una meta.

Este mercado abierto solo ha cerrado las mentes de la gente.
Una persona dice algo con sentido, pero de repente,
la expresión cambia a una persona con miedo en la frente.
¿Qué pasa a la sociedad?

Quizás para el lector, este poema habla
de la ¿anomia? de la nación humana y
le parece que mi inteligencia va encaneciendo.
Esto no es verdad, yo estoy cuerdo y mis ideas sanas.

¡Querida conciencia!
¡Querida libertad!
No nos dejes aquí solos para pudrirnos lentamente pudrir,
Aun hay alguna gente que sabe lo que es pensar
y eso, respetado lector, es vivir.



martes, 24 de marzo de 2015

Redaccion 4ºA Ernesto de Julián i García

-CONCURSO LITERARIO CASTELLANO-
TITULO: Un día para olvidar.

Tras un largo día de trabajo Suliman caminaba a casa pensando en sus asuntos. Hoy era su cumpleaños pero nadie en la oficina se había acordado, encima por la mañana había llegado tarde y su jefe le había mandado trabajo extra por ello.

-¡En África te levantabas antes, claro si no te comían los leones!- le dijo su jefe mientras se reía a carcajadas.

-Vaya imbécil- pensaba Suliman cada vez que se acordaba. Lo peor de todo es que él, a la par que sus padres, había nacido en Francia lo que le convertía en francés. Por suerte, cuando llegara a casa le esperaba su familia para celebrar su cumple, no sin antes tener un viaje placentero en metro leyendo su libro favorito, Nelson Mandela, de desconocido a leyenda. Como lo admiraba. El hombre que consiguió la igualdad entre razas en Sudáfrica, parecía una utopía.

Recorrió su camino diario a la estación, pagó su ticket y bajó al andén. De repente recordó algo que le animó, hoy era el partido de Champions PSG-Chelsea.

El tren llegó al andén, estaba llenísimo, la gente se apretaba cada vez más para dejar espacio a los pasajeros entrantes. Típico de París, la ciudad del amor y de los metros llenos. Las puertas se abrieron y la gente empezó a entrar. Suliman miró de un lado a otro buscando el vagón más vacío. Ninguno, todos igual de llenos. Finalmente se decidió por uno en el que un grupo de hombres hablaban en la puerta. Mientras se acercaba al vagón los hombres le miraron de reojo. Una extraña sensación le recorrió el cuerpo. Se dispuso a entrar pero tres de esos hombres se interpusieron en su camino. Pidió amablemente que le dejaran pasar, pero ellos no respondieron. Dió un paso hacia delante y uno de ellos le empujó. Lo volvió a intentar, pero con el mismo resultado.

-¿Por qué hacían esto?- se preguntaba Suliman.

De repente estos hombres se pusieron a cantar:

-¡We are racist, we are racist, we are racist and that's the way we like it, we like it, we like it!

-¿Qué estaban diciendo?¿Por qué cantaban en el metro?- se preguntaba Suliman. Nunca había estudiado inglés.

Hizo otro intento de subir al metro pero el resultado no cambió. La gente miraba expectante la escena sin intervenir. Un chico joven sacó su móvil y empezó a grabar, más gente siguió su ejemplo. Suliman empezó a preguntarse entonces porque no hacían nada al respecto. ¿No les parecía mal lo que estaban haciendo estos hombres? ¿No era acaso detestable?

Las puertas del metro se cerraron y el metro empezó a alejarse, mientras Suliman podía ver las caras de satisfacción y alegría de los hombres que le habían empujado, mientras el resto del grupo aplaudía y reía. Algunas personas se acercaron a preguntarle si estaba bien, otras ni siquiera se molestaron en hacerlo, tampoco le importaba. Esperó al siguiente tren y subió. Un sentimiento de tristeza e impotencía le invadió. Durante el viaje pensó en lo sucedido. Decidió no decirle nada a sus hijos para no preocuparlos, al fin y al cabo, quería disfrutar con ellos su cumpleaños. Que les iba a decir si no, que su padre había sido empujado e insultado en el metro por ser negro, un poco desesperanzador.

Este relato esta basado en el altercado que sucedió hace unas semanas en el metro de París. Afortunadamente, algunos de los agresores fueron multados y sancionados. Por suerte, este tipo de sucesos suceden cada vez menos en Europa gracias a las medidas tomadas por los gobiernos. Sin embargo, esto ocurre en muchos otros lugares sin que el suceso se llegue a conocer.En este caso la noticia cobró importancia porque estaba directamente relacionada con el fútbol(los hombres que insultaron y empujaron al hombre negro eran aficionados del Chelsea F.C). Este relato es una crítica al racismo.

Ernesto de Julián i García. 4ªA.

lunes, 23 de marzo de 2015

Mi bella durmiente

Te miroAquella cara de ángel dormida que ahora mismo tienes me recordaba al día en que te vi por primera vez, en el parque donde me había perdido a los quince años. Aquella cara que reflejaba la tranquilidad, la inocencia, la invulnerabilidad... Aún recuerdo el momento en que me acerquécuando te miré fijamentecuando el cabello rubio que solías tener brillaba bajo la luz del sol y aquella piel pálida y suave lucía mientras te encontrabas sobre le hierba fresca 
Abres los ojos. Me acuerdo de aquella vez cuando fui la primera persona que viste tras despertar de aquel profundo sueño en el mismo parque. Los ojos verdes que aún sigues teniendo me recordaban a los bosques perennes donde solíamos ir a los dieciséis años para hablardibujar paisajes y cantar con los pájaros. 
Me coges de la mano. ¿Te acuerdas cuando subíamos juntos para recoger nuestros diplomas tras graduarnos a los dieciochoAquella mano fría y nerviosaque me decía que todo iría bienaquella mano que ahora mismo, el mismo mensaje me está dando.  
Me acaricias. Me acaricias como en el día 12 de marzocuando perdí a mi madreCuando me dijiste que ellaen aquellos momentos, se encontraría en un mejor lugar y que estaría todos los días vigilándome y asegurando de que esté bien 
Te ríes. ¿Te acuerdas de las tonterías que seguíamos haciendo a los sesenta? ¿Aquellas tonterías que solíamos hacer a los veintidós? ¿Cuando solíamos tirarles huevos a los vecinos por diversión? 
Sueltas una lágrimaHaces escapar las lágrimas que nunca sueles soltar. Las únicas veces que te vi en tal estado fueron cuando los doctores nos dijeron que tendríamos un hijo y cuando ellos mismos nos dijeronaños después, que tu cuerpo empezó a desarrollar una enfermedad terminal. 
Me sonríes. Me sonríes con la misma sonrisa de aquella vezAquella vez cuando en el altar, enfrente de toda nuestra familiadeclaramos nuestro amor y nos habíamos prometido amarnosrespetarnosen la pobreza y en la riquezaen la salud y en la enfermedad hasta que la muerte nos separe. Hasta que la muerte abra la puerta de la habitación en que estamos ahora mismo. Hasta que la muerte se lleve a mi bella durmiente. 
Te vuelvo a mirarcierras poco a poco los ojostus manos frías empiezan a perder su fuerza, la mano que me acaricia lentamente se separan de mis mejillastu risa desvanecetu última lágrima se seca y tu sonrisa esparce gradualmente... Y me dejas aquí con la soledadpero no me despediréNos veremos pronto, te lo juro.