martes, 8 de noviembre de 2016

Redacción Eloy Luque 4ºA



SUPERPODERES


Era un día aparentemente normal, Jorge era un chico delgado, con gafas y de rasgos muy corrientes. Era un chico introvertido, y el típico empollón de la clase. Jorge estaba haciendo el examen de trigonometría, en el laboratorio del edificio viejo, era un examen difícil, pero nuestro protagonista lo realizaba con aparente calma.
Como de costumbre, lo terminó 10 minutos antes de que el chirriante timbre sonara, pero Jorge se encontraba mal, muy mareado y con sudores. Tras entregar el examen, le pidió al profesor que si podía ir al servicio, y este le contesto con un desagradable "Si, ¡Rápido!".
Su figura en el espejo estaba irreconocible, Jorge era imperturbable, formal, calmado... pero se encontraba jadeando, apoyado en el sucio lavabo, aguantando el peso de su cuerpo como podía... hasta que cayó.

Jorge se hallaba confuso, envuelto en un infinito invisible, el completo aislamiento de cualquier sensación.
Solo se oía una voz, pero, no parecía haber nadie, la voz decía:
-Tu decides, bien o mal.
Entonces escucho otra voz, una mas conocida, una voz grave y ronca, era su padre, y estaba hablando con un médico o doctor. Fue entonces cuando el chico se dio cuenta de que estaba en el hospital, pero, no era como en las películas, él se acordaba de hasta cómo se desmayó.
De pronto, el doctor se dio cuenta de que se había despertado, y avisó a el padre de Jorge, entonces, este fue corriendo a ver a su hijo, Jorge apreciaba el esfuerzo que su padre hacía por mantener sus estudios, sin embargo, no tenían suficiente tiempo como para quererse, su padre venía siempre muy tarde de su trabajo.
-¿Cómo estas, hijo?
-Bien, como si hubiera dormido dos días enteros.
-Has estado inconsciente tres días... No tienes ni idea de el susto que me llevé, pero dicen que no es grave, tan solo estrés académico.
En ese momento el doctor interrumpió:
-¿Que tal te encuentras, Jorge?
Jorge respondió a todas las preguntas que le planteó el doctor, pero tuvo que acabar interrumpiéndole, tenía muchas ganas de ir al servicio.

Otra vez, se encontraba delante de un espejo, lavándose la cara, esta vez preguntándose que significarían estas palabras, pensado si había hecho algo mal en su vida, si su subconsciente lo había mencionado por algún motivo.
Cuando salió del servicio, fue directamente a la cama, Jorge no estaba cansado, pero todos los músculos de su cuerpo estaban entumecidos, su padre miraba por la ventana, y el doctor estaba apoyado en la barra de la recepción, parecía que estaba hablando con la recepcionista. Sin embargo, todos estaban quietos.

Nadie se movía, nada se movía, no se escuchaba nada, todo estaba en silencio, había un silencio atronador en todas partes, no se escuchaban ni los pasos ni los golpes que Jorge pegaba desesperado al espejo. No sabía cuanto tiempo había pasado, 1 hora. un día, un mes... 

Nuestro protagonista no dormía, no comía, no lo necesitaba, estaba loco, solo pensaba, mientras se daba un paseo por el barrio, era un lugar desconocido, el vivía en las afueras de la ciudad, y siempre le había gustado pasearse por el centro de la ciudad.

Estaba cruzando una esquina, cuando vio un coche, un Ford Mustang, tenía pinta de ir a toda velocidad antes de quedarse paralizado, pero lo mas impactante no era eso, sino la señora que había delante, estaba sorprendida, como si la fuesen a atropellar. Resultaba claro que podía analizar la situación desde diferentes puntos de vista, pero Jorge se aseguró de pincharle todas las ruedas al coche, sacar al ebrio conductor, y luego, apartar la señora del camino.

Entonces la realidad se reanimó, el coche siguió su camino, Jorge se quedo pasmado, y cayó al suelo, volvió a sentirse como en el examen, estaba mareado, saturado de sensaciones, sentía que su cabeza iba a explotar.

El coche derrapó, salió disparado como una bala, pero se desvió, y penetró en una cafetería, atropellando y quitándole la vida todo el que había dentro. Esto le sentó como un tiro a Jorge, le entraron ganas de morir, y entonces, se percato del significado del mensaje de esa voz de sus sueños:
-Tu decides, el mal o el bien.

El había escogido el mal.

1 comentario:

  1. Este no es el tipo de trabajo que yo os había encargado. Has elegido volver a elaborar una noticia y se trataba de un texto de creación literaria.

    ResponderEliminar

Gracias por participar en esta página.