UNA
ANECDOTA PARA RECORDAR
Supongo
que cada persona está destinada a que le pasen distintas cosas, las cuales
luego le enseñen o le sirvan como lección. Otras simplemente se recuerdan como
anécdotas, o se dejan caer en el olvido. Lo que sé es que lo que fue destinado
a pasarme a mí, sinceramente, no podría clasificarlo ni como anécdota ni
lección.
Era
un día cualquiera, yo me puse de camino al supermercado. Día soleado con alguna
que otra nube. Iba vestida con mi ropa más habitual e iba oyendo música con los
cascos, intentando que ese día tan normal tuviese un poco de alegría de más.
Por arte de magia, y sin yo pedirlo, así fue.
Pasaba
tranquilamente por un pequeño callejón que daba salida a la calle principal,
cuando un pobre vagabundo al que no se le veía ni la cara ni el cuerpo, tumbado
en el suelo, me grito que le ayudase. Me asuste bastante. Yo seguí el consejo
de mi madre, el costante “no hables con desconocidos..”, y procure seguirlo
como nunca antes lo había hecho (falta de ortografía grave).
El
hombre que más bien sonaba como mujer, al pasar por su lado, me agarró del
tobillo intetando evitar que siguiera andando y permaneciera alli con ella (¿ahora es una mujer? Tendrías que haberlo señalado antes porque decir "sonaba" no es suficiente).
Obviamente
me paré. Pensé que algo malo iba a pasar. La vagabunda por la que estaba allí
parada, uso la otra mano para quitarse la manta que llevaba cubriéndose todo el
cuerpo. La otra mano seguía en mi tobillo.
Al
bajar la vista al suelo la vi. Vi a una pobre joven en bikini. Un segundo
después acabó con todo al cuerpo al descubierto, y pude ver que tenia una
especie de aleta de pez, mas bien de sirena.
No
podía ser ¿estaba realmente en frente de una sirena?¿o era una broma con cámara
oculta?
Antes
de poder reaccionar y poder decir algo, esa pregunta paso por mi mente un millón
de veces.
No
podía ser verdad, y como eso era el único pensamiento que mi cabeza tenia en
mente. Sin nada mejor que decir le pregunte si se trataba de una estúpida broma
o algo por el estilo. Respondió inmediatamente que no, que no se había puesto esa
cola por gusto, que era una sirena.
Pasó un momento incomodo de silencio y pánico. Ella me contó su historia por la cual
estaba en la calle tirada, y me pidió ayuda para que le ayudase a volver a
donde ella pertenecía. Sin pensármelo, respondí que no, aunque me apeteciera
hacerlo. No tenia valor suficiente.
Está claro que acabó convenciéndome, era una sirena.
Yo
no era una chica muy fuerte, pero pude cogerla falta grave) en brazos y pusimos rumbo a
donde ordenó.
Una
alcantarilla.
No
podía creerme que fuera a bajar por allí hasta llegar a una cloaca, pero bajé,
y con una sirena en brazos.
Teníamos
que llegar al final de una especie de pasillo en el que ya llevábamos unos
minutos andando. Podía ver el final. En el finalAllí se encontraba una puerta llena
de candados, que pensaba que era imposible de abrir, y no tardamos mucho en
llegar hasta ella.
En
cuanto nos encontamos justo delante de la puerta más grande que jamás había
visto, la sirena, la cual no pude saber su de quien no averigüé el nombre, abrió los candados con sus
uñas.
Se
quedó mirando la puerta unos segundos antes de abrirla, pensativa. Cuando se
dio cuenta de que llevaba demasiado tiempo pensando en algo que nunca sabré, se
giró hacia mí y me dio las gracias.
Abrió
la puerta y vi lo que nunca jamás volvería a ver. Era un enorme mar, parecido a
un aquarium, situado debajo del suelo por el que caminamos por la ciudad. Un
mar infinito. Se tiró, y me hizo un gesto de despedida. Nunca mas volvería a
ver a esa sirena. Y así fue. Nunca más supe de ella.
Yo,
que era la típica persona no creyente de la fantasía, esto me cambio por
completo. Entoces no comprendí hasta que punto aquello afectaría a mi vida y a
mi visión del mundo. Porque lo que cres que es imposible que exista, no
significa que no pueda existir.
Julene Sanchez Ibarrola 4.A
La historia está bien contada, la utilización de la intriga está estupendamente dosificada. Hay errores ortográficos muy graves. Intenta corregirlos y mira las variaciones estilísticas que he introducido.
ResponderEliminar