Mi historia,  Manny Lago

El cementerio de la ciudad

Sólo los niños creían que el cementerio de la ciudad estaba embrujado.  Pero eso cambió la noche de Halloween cuando William Armbruster que tenía catorce años de edad desapareció. Su cuerpo nunca fue encontrado.

William había ido al cementerio para visitar la tumba de su padre por la mañana del día de Halloween como todos los años. Los testigos afirmaron haber visto a un niño con cara pálida, vestido de negro, con lo que parecía ser gotas de sangre correrle de la boca.  Algunos dijeron que después de verlo sintieron un escalofrío bajar por la espalda y fueron capaces de escuchar la voz de una chica advirtiéndoles de que cerraran las ventanas. La búsqueda de William duró meses. Todo el pueblo se involucró y buscó sin cesar, pero no había ni rastro de él. Nadie conocía la identidad de la chica pero al comprobar los registros civiles se descubrió que Sarah Castle había desaparecido en la noche de Halloween hacía dos años.

El viernes 13 de febrero el pequeño Johnnie Walker y su hermana Marie afirmaron que William había estado jugando con ellos en el parque toda la tarde. Lo reconocieron en el cartel de persona desaparecida que aún estaba colgado en la parada de autobús cerca de su casa. Además Johnnie había sacado una foto de los tres (de ellos) en la rotonda con su móvil. Sin embargo, cuando le enseñó la imagen al detective únicamente apareció la imagen de él y su hermana. La imagen de William era un borrón, pero era evidente que había una figura allí.

En los siguientes días se produjo algo siniestro. Marie se despertó una mañana con una cicatriz en forma de W en el cuello. Una nota apareció en su  mesita de noche con un mensaje apenas legible garabateado que parecía decir: "Deberías haber cerrado la ventana". Marie decidió no decirle nada a sus padres para no preocuparles pero se lo contó a Johnnie.

Durante las próximas semanas que vinieron a continuación cosas extrañas ocurrieron en diferentes momentos del día.  Marie había resbalado en el baño y casi se había ahogado. Johnnie se había caído por las escaleras y se hirió la espalda. Una poderosa energía inexplicable estaba presente en su casa, que casi podría describirse como "el mal". Incidentes como éstos continuaron a teniendo lugar durante las siguientes semanas. El domingo 5 de marzo Marie fue encontrada muerta en el patio fuera de la ventana de su dormitorio. Una nota apareció en la mesita de noche que decía: "Marie está a salvo conmigo. William ".

El detective estaba incrédulo al contemplar la escena y se echó a llorar. Johnnie y sus padres estaban tendidos en el suelo junto a Marie. Marie parecía un angel abrazada a su peluche favorito.  Tenía el rastro de una sonrisa en los labios.

El funeral tuvo lugar la siguiente noche y se informó de un veredicto de muerte accidental. Johnnie no estaba contento con esto, pero no podía dar a la policía cualquier prueba que justificase lo contrario.

Esa misma noche Marie se le apareció en un sueño. Ella le explicó que William había matado a su novia Sarah Castle y la enterró junto a su padre. Estaba obsesionado con la sangre de las mujeres jóvenes y necesitaba ser detenido. Hasta que no fuese capturado seguiría habiendo más víctimas. Todavía estaba vivo y ... .matando.

Por la mañana siguiente Johnnie se  levantó con un dolor de cabeza insoportable. Las visiones de su sueño eran claras y tuvo que llamar a la policía. Llegó a la estación de policía poco después y les contó todo lo que sabía. La policía organizó el levantamiento de la tumba del padre de William, pero ningun cuerpo masculino fue descubierto en ella. En su lugar se encontraron los cuerpos de seis chicas jóvenes que faltaban, incluyendo a Sarah.

Johnnie se dio cuenta de que la chica que había dejado mensajes era Sarah y no quería hacerle daño. Entonces no entendio como aquello afectaría a su vision del mundo.

Ahora está claro que el cementerio de la ciudad está embrujado porque William sigue desaparecido y se informa de que dos niñas juegan felices en el cementerio cada noche. Se advierte que si los ves debes cerrar las ventanas.